Ayer no fue un gran día. Traté de desviar mis pensamientos de aquello que estaba robándome la calma y por ello terminé haciéndome un blog, con toda la intención de dar a conocer mi sentir acerca de mi trabajo y de algunas vivencias que sin lugar a dudas, compartiré con ustedes.
Siempre he estado escribiendo capítulos sueltos de la novela que llevará a mi descendencia, una noción más acabada de la razón por la cual llegó a este extremo de Chile su abuela errante. En este espacio pretendo no solamente compartir los sueños, los esfuerzos, los ideales que me mantienen ligada a mi trabajo, sino que también hablaré de las razones que me llevaron a hacer de mi hobby, una fuente de ingresos con la cual sustento a mi grupo familiar y a mí misma.
Me dijeron que ésta podría ser una herramienta para llegar con mi empresa a mayor número de consumidores, porque es un medio mucho más masificado de lo que se percibe actualmente. En este contexto me pregunto que tan conveniente será exponer vivencias de índole personal a la consideración de miles o millones de cibernautas. Me respondo a mi misma que esta es la oportunidad de seducir a algunos lectores con mis historias, sin tener la necesidad de gastar en la publicación de un libro, pero además, me digo que sería bueno poder romper el silencio y contar tantos hechos reales, fantasías, vida y ficción de tantos personajes que desfilan por mi consulta y que van tejiendo mi día a día, así como también tantas vivencias propias que querría gritar en un espacio abierto para que se supiera.